Una tarde, mirando con mis amigas la página de facebook de un chico que le gustaba a L., descubrimos que el muchacho en cuestión pintaba las paredes de la calle con graffitis con pretensiones artísticas (y hasta algo de mensaje).
Su obra me pareció tan espantosa que a partir de ese día el chico pasó a ser identificado como:
EL ARTISTA SIN TALENTO
y a partir de entonces, cuando le preguntamos a L. por su affaire, le preguntamos puntualmente:
-y? ¿cómo van las cosas con el artista sin talento?
pobrecito sí se llega a enterar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)